Las virtudes del bloguer: 10 años de Blogpocket
El 25 de enero de 2001 comenzaba Blogpocket con una pregunta que, diez años después, nos sigue animando a reflexionar: ¿Qué es un blog?
Sin duda, la trayectoria de Antonio Cambronero en la blogosfera es una
respuesta clara y contundente a la cuestión planteada en ese post
inicial.
Si tal como lo afirma Gladwell en Outliers, diez años de práctica te
convierten en un auténtico experto, entonces estamos ante uno como la
copa de un pino. Pero más aún, Antonio se ha distinguido en la
blogosfera por su afán divulgador y por su capacidad para enseñar y
compartir lo que aprendía mientras exploraba los caminos abiertos por su
pregunta inicial.
Un experto y un maestro del que no sólo hemos aprendido qué son los blogs, sino y sobre todo, qué somos los bloguers.
Mantener actualizado durante una década un sitio web personal sobre
las cambiantes fronteras que dibuja la tecnología en nuestras vidas, no
es una tarea menor y exige una serie de condiciones que explican por qué
Antonio Cambronero y Blogpocket se han convertido en una referencia y
en un modelo.
Las virtudes del bloguer
1. Esfuerzo
Comenzar un blog es muy fácil, mantenerlo publicando contenidos de
calidad con frecuencia es difícil, y hacerlo durante 10 años, ya ni les
cuento. Publicar un blog es divertido, pero conseguir que con el paso de
los años siga siendo divertido para uno y para los lectores, es otra
cosa. Hay mucho trabajo detrás de un blog que funciona, muchos desvelos y
una búsqueda incesante de nuevos temas, nuevos enfoques y nuevas
funcionalidades.
2. Constancia
El esfuerzo sostenido en el tiempo y con tanto éxito es lo que estamos celebrando en los 10 años de Blogpocket.
La persistencia en la búsqueda de respuestas renovadas a la vieja
pregunta inicial. Seguir adelante, seguir buscando, seguir compartiendo.
El post nuestro de cada día. Ese es el sino del bloguer que va en serio.
3. Paciencia
Diez años navegando también te hacen experto en sortear tormentas.
Servidores que no funcionan como se espera, el spam que no cesa, los
trolls que se multiplican, los necios que vociferan, las inyecciones de
código maligno, las polémicas que acompañan cada rediseño… Hay que tener
la piel dura y la autoestima alta, pero además no perder la buena onda,
ni el sentido del humor, ni la caballerosidad.
4. Generosidad
Aprender cada día y compartir lo aprendido, porque todos los días se
suma gente nueva a la blogosfera y formula las mismas preguntas de
siempre. En este punto es donde se distingue a un buen bloguer de un
papagayo. Hay varios bloguers “de la primera hora” que se mantienen en
activo, pero son muy pocos los que han tenido el grado de generosidad,
con su tiempo y con sus conocimientos, al que ha llegado Antonio. El que
no le deba un favor a Blogpocket que tire el primer post.
5. Pasión
La savia de un buen blog es la pasión del bloguer. “La locura de los
weblogs dentro de uno”, como reza el descriptor de Blogpocket. Esto sin
pasión no se puede hacer bien.
En el transcurso de los próximos 10 años van a cambiar muchas cosas
en la red, pero éstas cinco virtudes seguirán siendo los ejes de la
acción de los bloguers que, como Blogpocket, se preparen para celebrar
sus 20 años en la blogosfera. Felicidades desde ya.
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